Seguro que todos los profesores de ELE por el mundo tienen un millón de anécdotas que podrían contarnos sobre el estudio y la enseñanza del español fuera de sus países. Hoy hablamos con Álvaro Acosta, profesor de lengua y lingüística hispánica en la Universidad de Hong Kong.

 

Profesores de ELE: Álvaro Acosta - Hong Kong (China)

-    Tras recorrer Reino Unido, Estados Unidos y España enseñando español, en la actualidad eres profesor de lengua y lingüística hispánica en la Universidad de Hong Kong. ¿Qué diferencias has encontrado desde el punto de vista de la enseñanza entre unos países y otros?


Pues no te creas que tantas, al menos con respecto al funcionamiento de las instituciones y sus programas académicos. Todas las universidades en las que he trabajado fuera de España, incluyendo la Universidad de Hong Kong, son de estilo anglosajón y muy competitivas para estar arriba en los rankings internacionales. La estructura de sus programas académicos y su concepción del proceso de enseñanza – aprendizaje – evaluación es bastante parecida, quizás por compartir una tradición educativa similar y ahora también para poder compararse y competir con las demás. Son universidades de perfil investigador con un ritmo de trabajo muy intenso, donde aprendes a ser práctico, a priorizar y a manejar grandes cantidades de trabajo, no solo académico sino también administrativo y de gestión.


El perfil del alumnado y del profesorado sí es distinto, lo que por supuesto trae consecuencias en el aula. Con todo el riesgo que entraña exponerse a generalizar, se puede decir que en mi experiencia los estudiantes británicos y estadounidenses son normalmente participativos y colaboradores, ven la lengua como una herramienta de comunicación, quieren aprender a través de la acción, de tareas significativas… Los estudiantes que tengo en Hong Kong tienen perfiles muy variados porque la ciudad en sí misma ya es una ciudad "global" en la que hay gente de muy diversos orígenes y que se ha criado y educado en ambientes muy diferentes, incluso habiendo residido desde siempre en la misma ciudad. Hong Kong tiene además una arraigada tradición china pero a la vez cuenta con una serie de vestigios de la época colonial que hacen que el perfil del estudiante hongkonés –si es que es posible trazar uno- difiera del que se puede encontrar en China continental. Por último, nuestra universidad es una de las más internacionalizadas del mundo, por lo que no nos queda más remedio que adoptar un estilo de enseñanza ecléctico en el aula, para así poder ofrecer a nuestros estudiantes experiencias y prácticas de enseñanza muy diversas que les hagan a todos despertar su curiosidad y aprender a su manera.

 

-    Cuando visitas Asia por primera vez es indiscutible el choque cultural que se percibe, ¿esto se nota también a la hora de dar clase?


Sí, por supuesto. Cuando estás en una clase y la mayor parte o todos tus estudiantes proceden de culturas asiáticas existen otros códigos de comportamiento, los alumnos suelen percibir al profesor de otra manera, tienen otra idea de cuál es su propio papel como estudiantes, tienen otras inquietudes, preocupaciones, intereses… Y eso al principio lo desconoces, y cuesta ir descubriéndolo, aunque sí se puede poco a poco. 

 

- ¿Cuáles son las motivaciones de tus alumnos para escoger estudiar español y no otro idioma?


Como tienen perfiles muy diferentes, te encuentras todo tipo de razones. Hay estudiantes que ven el español como algo que puede marcar la diferencia en su perfil profesional, o que les puede abrir puertas a nivel laboral o comercial. En los estudiantes que vienen de China continental, donde hay una competitividad brutal, solemos ver ese tipo de motivación. En otros casos, lo hacen por una cuestión de sentido común. Por ejemplo, nuestros estudiantes locales hablan cantonés, mandarín e inglés. Por número de hablantes, por relevancia en el mundo y por su valor cultural, la opción lógica para estudiar después de los idiomas que ya dominan es el español. Y por último hay una gran cantidad de estudiantes que eligen nuestra lengua porque tienen una buena imagen de nuestras culturas, aunque a menudo sea a través de tópicos y estereotipos, o incluso de las figuras de nuestro deporte. 

 

- Supongo que no será fácil, pero ¿podrías tipificar el estudiante de español en China?


Exacto: no es nada fácil. Yo creo que los mitos del "estudiante asiático" o del "estudiante sinohablante" definidos en oposición al resto de estudiantes del mundo son constructos que hay que desmontar. A veces se habla del estudiante chino como si fuera un extraterrestre y no aprendiera como los demás. Se le achaca que es muy mecánico, poco comunicativo, pasivo en el aula y que aprende muy lentamente. Es obvio que la distancia lingüística entre el español y las lenguas maternas de nuestros estudiantes asiáticos supone un reto de envergadura, tanto para ellos como para el profesor, pero en lugares como Hong Kong o incluso cada vez más en China continental, los estudiantes de español son ya bilingües, multilingües, o han estudiado otras lenguas y culturas occidentales con anterioridad, y eso les ayuda mucho. Los diferentes hábitos de aprendizaje de los alumnos que han sido educados en ambientes más tradicionales es también algo a tener en cuenta. Aunque, de nuevo, en muchos casos no es así y las cosas van cambiando poco a poco, los estudiantes que vienen de escuelas chinas poco internacionalizadas llegan a la universidad acostumbrados a recibir instrucciones precisas para todo, con poca autonomía y seguridad en sí mismos, con miedo al error, una idea de la lengua únicamente como estructura que hay que replicar y un estilo de aprendizaje bastante memorístico. En cualquier caso, son patrones de comportamiento adquiridos y que mediante la formación de otros hábitos se pueden moldear, si fuera necesario. Yo veo que el estudiante chino de español es, en general, un estudiante joven, ambicioso y bien formado, que se esfuerza y que tiene una curiosidad genuina por las lenguas, las culturas y –en gran medida- por el estilo de vida de las culturas occidentales.

 

SIELE en China

- Conociendo como conoces el mercado chino, ¿qué beneficios crees que puede tener allí SIELE a la hora de certificar el español?


SIELE puede obtener, evidentemente, un gran beneficio económico inmediato y a largo plazo si logra posicionarse en el mercado chino. Sin embargo, las oportunidades pueden ser mayores. Las universidades asociadas, por ejemplo, podrían captar a muchos más estudiantes chinos. Sería fantástico para las universidades de países hispanohablantes si este examen se posicionara claramente en China, y después las universidades lo exigieran como requisito indispensable y de forma sistemática y extendida para que los estudiantes chinos pudieran acceder a matricularse en una titulación impartida en español. Si el examen midiera adecuadamente la competencia comunicativa general de los estudiantes, e incluso si en los niveles superiores el SIELE derivara hacia la certificación de la competencia académica en la lengua de especialidad del estudiante al estilo de los exámenes IELTS y TOEFL, las universidades se beneficiarían enormemente y los estudiantes chinos no llegarían a nuestros países con niveles de español tan bajos que en la práctica no les permiten seguir los cursos e interactuar adecuadamente en el entorno académico, como ya está ocurriendo en muchos casos.

 

- ¿En qué podría ayudar a tus estudiantes certificar su español con SIELE a la hora de afrontar su futuro profesional?


Yo siempre he animado a mis estudiantes a presentarse a exámenes oficiales, y ahora lo haré con el SIELE. A la hora de acceder a un trabajo o a estudios universitarios de posgrado en los que el español es un requisito, los empresarios y los administradores no se pueden hacer una idea fehaciente de cuál es el nivel real de los postulantes porque un título universitario o unas etiquetas en el currículum como "español fluido" o "nivel alto de español" no indican nada más que la superación de unos objetivos académicos desconocidos o una apreciación subjetiva del propio nivel de lengua. Por eso, entre otras muchas razones, se diseñaron escalas estandarizadas y descritas por niveles, como las del American Council for the Teaching of Foreign Languages (ACTFL) o las del Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas (MCER). Estas últimas, publicadas por el Consejo de Europa, son las más utilizadas mundialmente, incluso en el continente asiático, y son las que el SIELE certifica.

 

- Una última pregunta, Álvaro, basándonos en tu experiencia, ¿por qué estudiar español?


Porque nuestro idioma tiene un futuro tremendamente prometedor, pero también un presente y un pasado que le otorgan una relevancia histórica, cultural y social en el contexto global como a muy pocas otras lenguas en el mundo. Creo que es un idioma que merece la pena aprender por lo que fue, por lo que es, y por lo que llegará a ser en las próximas décadas. Y si no, al tiempo.